La Ferrería conserva importantes estructuras que permiten conocer cómo vivían los primeros pobladores del estado de Durango.
El estado de Durango tiene lugares ancestrales que ayudan a los visitantes a realizar un viaje al pasado. Uno de los espacios emblemáticos que se encuentran en la entidad es el espacio de La Ferrería.
Al norte de México se localiza la zona arqueológica, asentada a orillas del Río Tunal.
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Aquella ciudad antigua fue vivienda de varias culturas como los tepehuanos, los nahuas y los zacatecas.
Al inicio, las actividades a las que se dedicaban los pobladores eran la agricultura y por supuesto la pesca.
La zona arqueológica en cuestión se abre al público de las 09:00 a las 17:00 horas.
Historia de La Ferrería
El primer asentamiento fue el de los nahuas en el 600 D.C, quienes llegaron del norte de América.
Además de ellos, en el periodo Posclásico estuvieron ahí los tepehuanos, así como los zacatecos.
Los especialistas de Durango afirmaron que La Ferrería es parte de la cultura de los Chalchihuites.
Una de las características de la zona arqueológica es que se construyeron grandes patios hundidos y terrazas amplias para ver la ciudad.
En sus investigaciones, los expertos detallaron que el espacio fungió como un gran centro ceremonial.
Tras las investigaciones se reveló que los pobladores realizaban actividades deportivas como el juego de pelota.
Al realizar excavaciones, se encontraron restos humanos, lo que significaba que se efectuaban importantes rituales para despedirse de los difuntos.
¿Qué hacer en La Ferrería?
En La Ferrería hay diferentes actividades a realizar que garantizarán el entretenimiento de los viajeros.
Una de ellas es la visita al museo del sitio donde se muestran piezas arqueológicas encontradas en el lugar.
Los turistas podrán ver de cerca a especies como conejos, zorros, coyotes, liebres, así como lagartijas.
En la zona se permiten tomarse fotos cerca de las estructuras arqueológicas construidas por los primeros pobladores.
Los viajeros lograrán obtener las mejores fotos durante su caminata por las ruinas de la civilización.
Un detalle que le dará un toque diferente a la visita es que en el lugar existen imágenes que fueron talladas por los habitantes.
La recomendación es ir con ropa cómoda para caminar, así como llevar agua suficiente. Los encargados de cuidar el espacio también pidieron evitar ensuciarlo para su debida conservación.
¿Te animarías a visitar este zona en Durango?
Con información de México Travel Club, Arqueología Mexicana y Notigram
Portada: Especial
Fotos: Especial